Fallece niña de 6 años tras sedación dental en Valencia mientras avanza investigación sanitaria

La muerte de una menor tras un procedimiento dental en Alzira, España, genera inquietud mientras autoridades investigan posibles fallos clínicos.

 

Sala de clínica dental en Valencia con equipo médico y área de tratamiento infantil, vinculada a investigación por sedación y protocolos sanitarios.

ALZIRA, ESPAÑA — La Conselleria de Sanidad de la Comunidad Valenciana investiga la muerte de una niña de seis años que había recibido un tratamiento odontológico bajo sedación en una clínica privada de Alzira. El caso, que también involucra a otra menor tratada el mismo día, mantiene en alerta a vecinos y autoridades sanitarias que buscan establecer qué ocurrió, por qué se produjo la reacción adversa y si el centro cumplía con los protocolos exigidos para estos procedimientos.

La pequeña había acudido a la Clínica Dental Mireia para someterse a varios empastes y a la extracción de tres piezas dentales. Según fuentes cercanas a la investigación, el procedimiento combinó sedación consciente administrada por un anestesista y anestesia local aplicada por la odontopediatra. Tras regresar a su domicilio, la niña sufrió un colapso repentino y su familia la trasladó de inmediato al Hospital de la Ribera, donde ingresó en parada cardiorrespiratoria. El equipo médico realizó maniobras de reanimación durante más de una hora, sin resultado.

 

Investigación abierta y primeras líneas de análisis

Las autoridades han confirmado que la autopsia inicial no permitió determinar una causa concreta del fallecimiento. Los forenses no hallaron alteraciones estructurales en el corazón ni obstrucciones en el sistema respiratorio. Ante esta falta de conclusiones, la investigación se centra ahora en estudios toxicológicos complementarios que analizan muestras de sangre, tejidos y restos de los medicamentos utilizados en la sedación.

Los análisis están a cargo del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses de Barcelona, que examina posibles interacciones entre fármacos, variabilidad en las dosis aplicadas, reacciones idiosincrásicas o cualquier otra circunstancia que pueda explicar la reacción adversa descrita por la familia.

Fuentes sanitarias consultadas destacan que los resultados definitivos podrían tardar varias semanas, ya que incluyen pruebas de alta precisión en laboratorio y la revisión completa de la historia clínica y del material empleado durante la intervención.

 

Una segunda menor atendida el mismo día también presentó complicaciones

La conmoción aumentó cuando se supo que una niña de cuatro años, atendida en la misma clínica y el mismo día, también presentó un cuadro anómalo horas después del tratamiento dental. Los síntomas —fiebre, vómitos y somnolencia inusual— llevaron a sus padres a acudir al Hospital Clínico de València, donde la menor fue ingresada en la UCI pediátrica para observación.

De acuerdo con fuentes hospitalarias, la evolución fue favorable y la niña pudo ser trasladada a planta tras estabilizarse. Aun así, los médicos mantienen la vigilancia hasta descartar por completo cualquier riesgo asociado a la medicación recibida durante la intervención.

Los investigadores buscan determinar si existe una relación entre ambos casos, si se utilizó el mismo protocolo de sedación y si el suministro de los medicamentos siguió las recomendaciones oficiales para tratamientos ambulatorios en menores.

 

Señalamientos sobre la autorización del centro odontológico

Las primeras pesquisas administrativas apuntan a posibles irregularidades en la habilitación de la clínica para llevar a cabo procedimientos con sedación intravenosa o consciente. De acuerdo con documentación revisada por la Conselleria de Sanidad, el centro tenía permiso para realizar tratamientos con anestesia local, pero no contaba con autorización para aplicar sedación que requiera supervisión anestésica continuada.

Investigadores también revisan si la clínica disponía de una sala de recuperación posterior a la sedación, un requisito obligatorio para centros que ofrecen este tipo de procedimientos. La existencia del equipamiento de emergencia, como monitorización avanzada y dispositivos de reanimación, forma parte de la inspección abierta.

Tanto la odontopediatra como el anestesista han defendido su actuación y el uso de fármacos habituales en la práctica odontológica infantil. Sin embargo, las autoridades buscan establecer si hubo un posible error en la dosificación, en la técnica, en la supervisión o en la valoración previa de las menores.

 

El dolor de una familia y el pedido de respuestas

El padre de la niña de seis años ha pedido públicamente celeridad y transparencia en la investigación. En declaraciones breves, señaló que la familia se encuentra “desbordada” y recibe apoyo psicológico para sobrellevar la pérdida. También expresó su deseo de que se esclarezca lo ocurrido y de que se implementen controles más rigurosos para evitar que otras familias atraviesen una situación similar.

Mientras avanza el análisis forense y administrativo, la comunidad de Alzira ha manifestado su solidaridad con ambas familias. Asociaciones vecinales han solicitado reforzar la supervisión de las clínicas privadas y actualizar los protocolos de sedación pediátrica.

 

Datos relevantes

  • 35 % de los procedimientos odontopediátricos con sedación requieren sala de recuperación — Ministerio de Sanidad de España (Guía de 2023).
  • El uso de sedación en menores debe ser realizado por un anestesista acreditado — Sociedad Española de Anestesiología.
  • Los estudios toxicológicos completos pueden tardar entre 4 y 8 semanas — Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses.

 

Créditos

Autora: María Paz Fernández

Jefa de redacción: María Quesada

Fotografía: Créditos de archivo / iStock


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