Tres
días después del paso del huracán Melissa, las comunidades jamaiquinas más
afectadas siguen sin acceso a alimentos, agua ni electricidad, mientras la
ayuda humanitaria intenta llegar por carretera desde Kingston.
Black
River, Jamaica — La búsqueda de comida entre los escombros se ha convertido en
una escena cotidiana en esta ciudad portuaria del suroeste de Jamaica, donde
los sobrevivientes del huracán Melissa intentan subsistir tras una de las
tormentas más potentes que ha azotado el Caribe en la última década.
El
huracán Melissa golpeó la isla el martes 29 de octubre como una tormenta de
categoría 5 con vientos de más de 260 km/h. El Servicio Meteorológico de
Jamaica confirmó precipitaciones récord y marejadas de hasta 4 metros en la
costa sur. Black River, en la parroquia de St. Elizabeth, quedó incomunicada
tras el colapso de carreteras y puentes.
Las
autoridades informaron al menos 19 muertos y decenas de desaparecidos en el
país; otros 30 fallecieron en Haití por el mismo sistema tropical — según la
Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
El
alcalde Richard Solomon admitió que “toda la ciudad está devastada; el 90 % de
las viviendas resultaron dañadas”. El hospital y la comisaría local también
sufrieron graves impactos.
Análisis y escenarios
La
falta de electricidad y agua potable agrava la situación sanitaria. Según la
Cruz Roja Jamaiquina, la distribución de ayuda por tierra es limitada por
carreteras inundadas. Los helicópteros militares reparten suministros, pero la
demanda supera la capacidad logística.
Economistas
locales alertan que la reconstrucción podría costar más del 8 % del PIB anual
de Jamaica, similar a lo ocurrido con el huracán Gilbert en 1988.
“No hay comida ni agua. No tenemos dinero. Necesitamos ayuda. No ha llegado ninguna ayuda”,
Chegun Braham, residente de Black River (1 de noviembre de 2025).
Impacto y próximos pasos
El
Gobierno de Jamaica declaró estado de emergencia y pidió asistencia
internacional al Caribbean Disaster Emergency Management Agency (CDEMA) y a la
ONU. Se espera que brigadas de Cuba, México y Canadá apoyen en los próximos
días con plantas potabilizadoras y viviendas temporales.
Los
habitantes mantienen la esperanza de una recuperación rápida, aunque la
reconstrucción total podría tomar más de un año.
“No
se trata del dinero, sino de sobrevivir un día más con dignidad”, resume Shawn
Morris, vecino de St. Elizabeth.
Por
María Quesada, CR Global News
Publicado:
1 de noviembre de 2025 | 14:30 GMT
