EE. UU. revisa su política de admisión de refugiados: ajustes en los criterios humanitarios

Trump limita el cupo anual de refugiados a 7 500 y da prioridad a afrikáners sudafricanos. Conoce los detalles y las reacciones oficiales. Una decisión que redefine la política migratoria de EE. UU.

 

Sudafricanos blancos solicitando asilo en Estados Unidos.

Washington D. C.,  | El gobierno del presidente Donald Trump anunció este jueves una reducción drástica del programa de admisión de refugiados de Estados Unidos.

El nuevo límite anual será de 7 500 personas, una cifra 94 % menor que el cupo de 125 000 establecido en 2021 durante la administración de Joe Biden.

 

Según un comunicado publicado en el Registro Federal, la medida “responde a razones humanitarias y de interés nacional”, aunque no especifica los criterios que sustentan dicha interpretación. La prioridad, agrega el texto, se otorgará “principalmente a sudafricanos afrikáners y otras víctimas de discriminación injusta en sus países de origen”.

 

Antecedentes: suspensión del programa de refugiados

 

La decisión se enmarca en la orden ejecutiva firmada en enero de 2025, mediante la cual Trump suspendió el Programa de Admisión de Refugiados de Estados Unidos (USRAP).

El mandatario argumentó entonces que el sistema debía “reevaluarse” para reforzar la seguridad nacional y evitar “sobrecargar los recursos de las comunidades estadounidenses”.

 

De acuerdo con el texto oficial, el objetivo es garantizar que el proceso de asilo “no comprometa la seguridad pública ni los intereses económicos de los ciudadanos estadounidenses”.

 

Prioridad a afrikáners sudafricanos

 

En mayo de 2025, el presidente Trump recibió en la Casa Blanca a su homólogo sudafricano Cyril Ramaphosa. Durante la reunión, expresó su preocupación por “la violencia y la persecución de granjeros blancos” en Sudáfrica.

Pocos días después, Estados Unidos concedió asilo a 60 ciudadanos afrikáners, lo que generó tensiones diplomáticas entre ambos gobiernos.

 

La nueva disposición amplía esta línea de acción, consolidando un enfoque que analistas interpretan como una priorización ideológica más que humanitaria.

 

Reacciones de organizaciones y expertos

 

La medida ha suscitado críticas de organizaciones de derechos humanos y agencias de asistencia internacional.

Krish O’Mara Vignarajah, presidenta de Global Refuge, declaró que “esta decisión no solo reduce el límite de admisión de refugiados, también menoscaba la autoridad moral de Estados Unidos”.

Según la experta, “en un momento de crisis en países como Afganistán, Venezuela o Sudán, concentrar la mayoría de las admisiones en un solo grupo socava el propósito del programa y su credibilidad”.

 

Por su parte, Human Rights Watch advirtió en un comunicado que la política “establece un precedente discriminatorio” y puede debilitar el liderazgo estadounidense en materia de protección internacional.

 

Reacción del gobierno sudafricano

 

Hasta el momento, el gobierno de Sudáfrica no ha emitido una respuesta oficial.

Sin embargo, en declaraciones previas, el presidente Ramaphosa manifestó su deseo de que Washington “escuche a todas las comunidades sudafricanas antes de tomar decisiones unilaterales”.

Añadió que existen “dudas e incredulidad sobre la percepción que tiene Trump de la situación” en su país.

 

Expertos en relaciones internacionales consideran que la medida podría reconfigurar la política migratoria global y alterar los compromisos de Estados Unidos con el ACNUR, la agencia de Naciones Unidas para los Refugiados.

 

El analista Miguel Álvarez, del Centro de Estudios Hemisféricos, señaló que “reducir el número de refugiados a una fracción y privilegiar un grupo étnico específico rompe con décadas de tradición humanitaria”.

Según Álvarez, “el impacto podría sentirse en alianzas estratégicas y en la imagen internacional de EE. UU. como país de acogida”.

 

De acuerdo con datos de ACNUR (2024), más de 110 millones de personas se encontraban desplazadas forzosamente en el mundo, una cifra récord impulsada por los conflictos en Sudán, Ucrania, Myanmar y Gaza.

La decisión de Washington se produce mientras la Unión Europea y Canadá mantienen políticas de reasentamiento más amplias y diversificadas.

 

La reducción del cupo de refugiados en Estados Unidos marca un cambio histórico en la política migratoria del país.

Mientras el gobierno argumenta motivos de seguridad y priorización, las organizaciones internacionales alertan sobre el riesgo de discriminación y pérdida de legitimidad moral.

 

El debate continúa abierto, y se espera que el Congreso estadounidense y los tribunales federales examinen la legalidad de la medida en los próximos meses.

 

Por María Quesada, CR Global News.

Washington D. C., 30 de octubre de 2025, 18:12 GMT.

Este artículo fue elaborado con fuentes verificadas —Registro Federal de EE. UU., Global Refuge y ACNUR— y revisado bajo los estándares editoriales de CR Global News.


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