Melissa avanza a paso casi humano mientras provoca inundaciones en Santo Domingo y plantea riesgo mayor en el Caribe.
Santo
Domingo, República Dominicana — La tormenta tropical Melissa está provocando
inundaciones repentinas en sectores de Santo Domingo y se prevé que se
fortalezca hasta convertirse en huracán mientras se desplaza por el Caribe a
una velocidad inferior a la de una persona caminando. Las autoridades instan a
la población a mantenerse alerta ante los riesgos de lluvias extremas,
deslizamientos y cortes de servicios.
La ciudad
de Santo Domingo experimentó este sábado interrupciones de tráfico, caída de
semáforos y acumulación de agua en calles principales después de que Melissa
iniciara su impacto sobre la República Dominicana.
Según el
NHC, la tormenta se mueve a apenas 1 a 2 mph (1,6 a 3,2 km/h), es decir, más
lenta que el paso de una persona. Esta lentitud prolonga la exposición de áreas
vulnerables al intenso flujo de lluvias.
Las
autoridades dominicanas reportaron que miles de usuarios quedaron sin
suministro de agua potable y que decenas de hogares resultaron afectados por
inundaciones, principalmente en zonas bajas y colindantes con ríos crecidos.
Se pronostica
que la tormenta deje entre 20 y 35 cm de lluvia en algunas partes del país
durante el fin de semana, lo cual elevaría sustancialmente el riesgo de
deslizamientos de tierra y crecidas repentinas en cuencas montañosas.
El
Ministerio de Defensa y los organismos de protección civil han activado
albergues en varios municipios afectados por la alerta, mientras que se
habilitaron rutas de evacuación para comunidades en los departamentos del sur y
sureste del país.
Meteorólogos
señalan que la tormenta podría alcanzar la categoría de huracán en las próximas
24 a 48 horas gracias a las aguas cálidas del Mar Caribe, lo que complicaría
aún más la situación.
Organizaciones
de salud pública advierten que, además del efecto inmediato de inundaciones y
cortes de servicio, podrían surgir brotes de enfermedades transmitidas por el
agua y problemas de salubridad en zonas afectadas.
El lento
desplazamiento de Melissa implica que un área específica puede recibir lluvia
intensa por varias horas, un patrón que estudios recientes vinculan al cambio
climático y que aumenta el potencial destructivo de sistemas tropicales.
El sector
turístico, ya golpeado por la coyuntura económica, también registra
cancelaciones y alertas en zonas costeras del sur del país. Las autoridades
locales llaman a la población a no minimizar el riesgo por el hecho de que aún
no se ha formado un huracán.
Analistas
de riesgo insisten en la importancia de contar con planes de contingencia,
asegurar viviendas en zonas inundables y mantener contacto con las autoridades
mediante la línea de emergencia nacional.
Aunque el
centro de la tormenta permanece al sur del país, las bandas externas atraviesan
la República Dominicana, lo que implica que incluso sin impacto directo del
ojo, los efectos pueden ser graves y amplios.
La demora
en su desplazamiento convierte a Melissa en un “sistema estacionario
peligroso”, capaz de causar más daño por lluvias persistentes que por vientos
extremos inmediatos.
El
llamado es claro: no subestimar la tormenta porque la lentitud de su avance la
hace más impredecible y, en muchos casos, más dañina.
Por
Álvaro Jiménez, CRGlobalNews.
Redacción:
25 de octubre de 2025.
